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Pierre o las Ambigüedades

Herman Melville


Novela


A la excelente Majestad del Greylock

En los viejos tiempos los escritores se sentían orgullosos de dedicar sus obras a la Majestad. Era una costumbre noble y válida y nosotros, aquí en los Berkshire, debemos revivirla pues, querámoslo o no, aquí en los Berkshire la Majestad nos rodea, sentada como en el gran Congreso de Viena sobre las majestuosas cimas de las montañas y desafiando nuestro mismo homenaje.

Pero ya que al Greylock, a la montaña majestuosa, a mi más inmediato rey y señor, le han venido dedicando desde tiempos inmemoriales los primeros rayos de sol de los Berkshire, sé que esta Majestad Imperial Púrpura (de estirpe real: Porphyrogenitus) recibirá la dedicatoria de mi pobre rayo solitario.

En cualquier caso, en tanto que yo, al igual que mis vecinos leales, los olmos y las hayas, en el anfiteatro sobre el que preside su Majestad central, he recibido sus fecundas lecciones, debo ponerme de hinojos con devoción para rendirle toda mi gratitud a la Más Excelente Majestad del Greylock, incline ésta su corona ante mí o no.

Pittsfield, Massachussetts

Libro I

Pierre deja atrás la adolescencia

I

Hay en el campo ciertas mañanas estivales misteriosas, en las que, cuando sale a pasear temprano, el visitante llegado de la ciudad queda extasiado ante el espectáculo que le ofrece un universo verde y dorado, aparentemente sumido en un profundo trance. Las flores están petrificadas; los árboles olvidan dejar mecerse por el viento; la hierba cesa de crecer; la Naturaleza, en suma, consciente por unos momentos de su carácter inextricable, se refugia en el silencio y se sumerge en un reposo indescriptible y sobrenatural.


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490 págs. / 14 horas, 18 minutos / 309 visitas.

Publicado el 22 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Páginas Ocultistas y Cuentos Macabros

Helena Blavatsky


Ensayo, cuentos, teosofía, ocultismo


A mi nobilísimo amigo y alter ego el Dr. Eugenio García Gonzalo, preclaro teósofo de nuestra raza,

M. Roso de Luna.

Prólogo

Plato fuerte es, lector, el que te ofrezco. ¡Unos cuentos macabros, unas narraciones ocultistas de la Maestra Blavatsky, ante las cuales palidecen las mayores concepciones del fantástico Hoffmann; las más densas tenebrosidades de Edgar Poe en el delirium tremens de sus astrales embriagueces; los casos más extraños e inexplicables, en fin, coleccionados por la paciencia benedictina de A. Duncker, en su obra Los vampiros en la literatura alemana; por el arte de León Pineau, en sus Viejos cantos populares escandinavos; por Gregorson Campbell, en sus Superstitions of the Highlands and Islands of Scotland collected entirely from oral sources; por E. Cosquin, en susCuentos populares de la Lorena; por Laisnel de la Salle, en sus Souvenirs du vieux temps; por Daniel Deenay, en su Peasant lore from Gaelic Ireland; por Abbott, en su Macedonian Folklore; por Kassof, en sus Costumbres del nordeste de Rusia; por Friedel, en su Folkore de la Pomerancia y del Tirol; por Williams Ridgeway, en su The earty age of Graece; o, en fin, por nuestros. narradores terroristas, estilo jasé Espronceda y Gustavo Adolfo Bécquer!

En calidad y en cantidad a todos ellos supera el consciente arte macabro de la excepcional mujer que antes se nos mostró maravillosa ironista, en Por las grutas y selvas del Indostán, mística aria en su obrita acerca de La Voz del Silencio, y en tomos sucesivos de Comentarios se nos mostrará serena, sabia y archicientífica con sus cinco inmortales libros de Isis sin Velo y La Doctrina Secreta.


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490 págs. / 14 horas, 18 minutos / 200 visitas.

Publicado el 12 de agosto de 2023 por Edu Robsy.

Memorias de un Impostor

Vicente Riva Palacio


Novela


Prólogo del autor

Era yo niño, y estudiaba Filosofía en el Colegio de San Gregorio, cuando uno de mis compañeros, poco más o menos de mi edad, me contó que muchos años antes de que el cura Hidalgo hubiera proclamado la independencia de México, un hombre, de nación irlandés, había pretendido alzarse como rey de Anáhuac, libertando a México de la dominación española; pero que la conspiración había sido descubierta y el irlandés había muerto a manos de la justicia.

No puedo recordar quién fue aquel de mis condiscípulos que me refirió esto, y sólo sí que, con toda la buena fe de un niño, creí que era una verdad histórica aquel sencillo relato, suponiendo que él lo habría leído en alguna parte o lo habría oído contar a sus padres, que sin duda debían ser más instruidos que él, sobre todo en materia de historia. De todos modos, la narración me preocupó tanto y me impresionó de tal manera, que durante toda mi vida, siempre que oía hablar de la historia de México, o que meditaba yo sobre ella, el recuerdo del irlandés acudía a mi memoria al momento.

En vano busqué en lo que se ha escrito hasta hoy sobre la historia de los tres siglos de la dominación española en México, algo que pudiera darme alguna luz sobre este punto. Confieso, ingenuamente, que nada encontré, y que llegó un momento en que creí que toda la historia del irlandés no era sino una tradición, destituida de fundamento o una leyenda fantástica, inventada por un desconocido novelista.


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Dominio público
487 págs. / 14 horas, 13 minutos / 1.304 visitas.

Publicado el 3 de noviembre de 2018 por Edu Robsy.

La Prima Bela

Honoré de Balzac


Novela


A D. Miguel Ángel Cajetani
Príncipe de Téamo

No es al príncipe romano, ni al heredero de la ilustre casa de Cajetani, que ha suministrado Papas a la Cristiandad, a quien dedico este pequeño fragmento de una larga historia, sino al sabio comentarista del Dante.

Usted me ha hecho descubrir la maravillosa armazón de ideas sobre la que el más grande de los poetas italianos ha construido su poema, el único que los modernos pueden oponer al de Homero. Antes de oír a usted, la Divina Comedia parecíame un inmenso enigma, cuya solución nadie había encontrado, y menos que nadie los comentaristas. Comprender de ese modo a Dante es ser tan grande como él; bien que todas las grandezas le son a usted familiares.


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484 págs. / 14 horas, 8 minutos / 66 visitas.

Publicado el 6 de octubre de 2016 por Edu Robsy.

Los Insurgentes

Juan Antonio Mateos


Novela


Dedicatoria

México, octubre de 1869

Al Sr. D. Miguel Urrea, como la manifestación más sincera de simpatía y amistad, dedica las páginas históricas de este libro.

El Autor.

Prólogo. El Libro Rojo

Atravesaba el pequeño ejército de Hernán Cortés la soberbia muralla de Tlaxcala, que defendía la frontera oriental de aquella indómita República.

«Los soldados se detenían mirando con asombro aquel monumento gigantesco; que según la expresión de Prescott “tan alta idea sugería del poder y fuerza del pueblo que le había levantado.”

»Pero aquel paso, aquella fortaleza, cuya custodia tenían encargada los otomíes, estaba entonces desguarnecida. El general español se puso a la cabeza de su caballería, e hizo atravesar por allí a sus soldados, exclamando lleno de fe y entusiasmo:

»Soldados, adelante, la Cruz es nuestra bandera, y bajo esta señal venceremos» y los guerreros españoles hollaron el suelo de la libre República de Tlaxcala.

* * *

»El ejército español y sus aliados los zempoaltecas caminaban ordenadamente: Cortés con sus jinetes llevaba la vanguardia; los zempoaltecas la retaguardia. Aquella columna atravesando la desierta llanura, parecía una serpiente monstruosa con la cabeza guarnecida de brillantes escamas de acero, y el cuerpo cubierto de pintadas y vistosas plumas.

»Cortés caminaba pensativo: el tenaz fruncimiento de su entrecejo indicaba su profunda meditación: mil encontradas ideas y mil desacordes pensamientos debían luchar en el alma de aquel osado capitán, que con un puñado de hombres se lanzaba a acometer la empresa más grande que registra la historia en sus anales.

»Reinaba el silencio más profundo en la columna, y sólo se escuchaba el ruido sordo y confuso de las pisadas de los caballos.


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484 págs. / 14 horas, 7 minutos / 249 visitas.

Publicado el 17 de junio de 2019 por Edu Robsy.

Mary Barton

Elizabeth Gaskell


Novela


«¿Cómo sabes tú —podría exclamar el atribulado novelista— que aquí donde me ves no soy el más insensato de los mortales y que mi ficticia y asnal biografía no encontrará a unos u otros, en cuyos aún más asnales oídos podría, si así lo quiere la Providencia, instilar alguna cosa?». Nosotros respondemos: «Nadie lo sabe ni nadie puede saberlo con certeza; así que sigue escribiendo, digno hermano, como mejor puedas y te haya sido concedido».

CARLYLE


Nimm nur, Fährmann, nimm die Miethe,
Die ich gerne dreifach biete!
Zween, die mit mir überfuhren,
Waren geistige Naturen.
 


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483 págs. / 14 horas, 6 minutos / 270 visitas.

Publicado el 16 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

Libro del Desasosiego

Fernando Pessoa


Biografía


Prefacio del presentador del libro, Fernando Pessoa

Existen en Lisboa un reducido número de restaurantes o casas de comidas [en las] que, sobre un establecimiento con pinta de taberna decente, se sitúa una casa de almuerzos con el aspecto pesado y casero de un restaurante de ciudad sin estación. En esos negocios, salvo los domingos, en que son poco frecuentados, es habitual encontrarse con tipos curiosos, caras sin interés, una serie de marginados de la vida.

El deseo de tranquilidad y la conveniencia de los precios, me condujeron durante un periodo de mi vida a frecuentar una de estas casas de almuerzos. Sucedía que al acercarme a cenar a eso de las siete de la tarde, casi siempre me encontraba con un individuo cuya pinta no me interesó al principio, pero que muy poco a poco comenzó a llamarme la atención.

Se trataba de un hombre de unos treinta años, delgado, más bien alto que bajo, encorvado exageradamente mientras permanecía sentado, pero no tanto cuando se hallaba de pie, vestido con un cierto desaliño no del todo desaliñado. En su rostro, macilento y de facciones carentes de interés, se percibía un aire de pesadumbre que no le añadía mayor enjundia, y era difícil precisar a qué podría deberse tal desconsuelo, aunque no resultaba complicado indicar varios: privaciones, angustias, o aquel sufrimiento que nace de la indiferencia que nutre al que ha sufrido en demasía.

Cenaba siempre poco, y al acabar fumaba tabaco de hebra. Reparaba extraordinariamente en quienes allí se hallaban, pero no de manera indiscreta, sino con un especial interés; no observaba a las personas tratando de sondearlas, sino más bien interesándose por ellas sin profundizar en sus facciones o sin entrar en los pormenores de su carácter. Fue ese curioso rasgo lo que hizo que, finalmente, me interesara por él.


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482 págs. / 14 horas, 3 minutos / 1.082 visitas.

Publicado el 13 de octubre de 2018 por Edu Robsy.

Los años itinerantes de Wilhelm Meister

Wolfgang Goethe


Novela


Libro primero

Capítulo primero

La huida a Egipto

A la sombra de una imponente roca estaba sentado Wilhelm, estaba en un lugar sobrecogedor y privilegiado, un lugar en el que el empinado sendero que llevaba por aquellos montes se arqueaba y se precipitaba abruptamente a lo hondo. El sol aún estaba a buena altura e iluminaba las copas de los pinos hincados en el abismo rocoso que se abría a sus pies. Estaba anotando algo en su pizarra, cuando Félix, que andaba trepando por allí, se acercó a él con una piedra en la mano.

—¿Cómo se llama esta piedra, padre? —preguntó el niño.

—No lo sé —repuso Wilhelm.

—¿No será oro lo que brilla tanto? —dijo aquél.

—No, no lo es —contestó éste—, y ahora recuerdo que la gente suele llamarlo oro de gato.

—¿Oro de gato? —dijo el niño sonriendo—. ¿Por qué?

—Probablemente porque es falso y piensan que los gatos son falsos también.

—Lo tendré en cuenta —dijo el niño guardando la piedra en una mochila de cuero. Sacando acto seguido algo más, preguntó—: ¿Qué es esto?

—Un fruto —respondió el padre— y a juzgar por su superficie escamosa debe de estar emparentado con las piñas.

—Pero no parece una piña, es redonda.

—Vamos a preguntarle a los cazadores. Ellos conocen el bosque y todos sus frutos, saben sembrar, plantar y esperar, luego dejan que crezcan los tallos y se hagan tan altos como puedan.

—Los cazadores lo saben todo, ayer el guía me mostró cómo un ciervo había atravesado el camino. Me hizo volver sobre mis pasos para que viera la pista, como ellos lo llaman, entonces vi claramente marcadas en el suelo dos pezuñas. Debía de ser un ciervo muy grande.

—Ya noté cómo le consultabas al guía.


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481 págs. / 14 horas, 3 minutos / 205 visitas.

Publicado el 27 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Rob Roy

Walter Scott


Novela


CAPÍTULO PRIMERO

¿Qué mal he hecho para que caiga sobre mí tan cruel aflicción? Ya no tengo hijos y ni siquiera aquél me pertenece. La maldición, que me persigue, pesa sobre su cabeza; sí, ella es la que así te ha cambiado. ¿Viajar? Algún día enviaré a viajar mi caballo.

BEAUMONT Y FLETCHER, Mr. Thomas

Habéisme rogado, mi querido Tresham, que dediqué una parte de los ocios con que la Providencia ha bendecido el término de mi carrera, a consignar, por escrito, las pruebas y vicisitudes que señalaron el principio de ella.

El recuerdo de esas aventuras, según os place apellidarlas, ha dejado en verdad sobre mí una huella viva y duradera de goce y de pesar, y no la experimento jamás sin un profundo sentimiento de gratitud y de devoción hacia el soberano Arbitro de las cosas humanas que ha guidado mis pasos a través de un dédalo de obstáculos y de peligros. ¡Contraste que infunde un encanto más a la dichosa paz de mis postreros días!

Debo, asimismo, deferir a una opinión que a menudo habéis manifestado. Los acontecimientos en que me he visto envuelto dentro de un pueblo cuyo proceder y cuyas costumbres son aún tan particulares, ofrecen su lado pintoresco y atractivo para quienes gustan de oír a un anciano hablar de los pasados tiempos.


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480 págs. / 14 horas / 149 visitas.

Publicado el 11 de diciembre de 2016 por Edu Robsy.

Los Enemigos de la Mujer

Vicente Blasco Ibáñez


Novela


Al Lector

En 1918, casi al final de la guerra europea, caí repentinamente enfermo por exceso de trabajo.

Había realizado un esfuerzo enorme escribiendo para los periódicos de España y América numerosos artículos, un cuaderno todas las semanas de mi Historia de la Guerra y dos novelas, Los cuatro jinetes del Apocalipsis y Mare nostrum. Además hice muchas traducciones y otras labores literarias obscuras para la propaganda en favor de los Aliados.

Durante cuatro años trabajé doce horas diarias, sin ningún día de descanso. Hubo semanas extraordinarias en las que aún fué más larga mi jornada. Á esta tarea excesiva y abrumadora, que lentamente iba agotando mis fuerzas, había que añadir las privaciones é inquietudes de la vida anormal que llevábamos los habitantes de París: mala comida, escasez de carbón, alumbrado defectuoso, noches en vela por las señales de alarma y el bullicio de la gente al anunciarse un ataque aéreo de los «Gothas».

El frío de dos inviernos crudos, pasados casi sin calefacción, y el exceso de trabajo, acabaron con mi salud, y por consejo de los médicos me trasladé á la Costa Azul. No por tal cambio de ambiente dejé de trabajar. Como en París escaseaba el combustible, fuí en busca del calor del sol que nunca falta á orillas del Mediterráneo. Esto fué todo.

Me instalé en Niza, por unas semanas nada más. Como necesitaba seguir trabajando, me sentí atraído por la soledad bravía del Cap-Ferrat, península que avanza en el mar su lomo cubierto de pinos. Durante unos meses viví en el Gran Hotel del Cap Ferrat como en un convento abandonado. Muchos días fuí su único huésped, llevando una vida de familia con su director y sus escasos domésticos.


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478 págs. / 13 horas, 57 minutos / 193 visitas.

Publicado el 8 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

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