El Sorprendente Matrimonio Moutonnet
Villiers de L'Isle Adam
Cuento
Lo que produce la auténtica felicidad amorosa en determinados seres, lo que constituye el secreto de su placer, lo que explica la unión fiel de determinadas parejas es, entre todas las cosas, un misterio cuyo aspecto cómico causaría terror si la sorpresa permitiera analizarlo. Las extravagancias sensuales del hombre son como la cola de un pavo real, cuyos ojos no se abren sino en el interior de su alma, y que sólo cada uno conoce su libido.
Una radiante mañana de marzo de 1793, el célebre ciudadano Fouquier—Tinville, en su gabinete de trabajo de la calle de Prouvaires, sentado ante su mesa, con la mirada perdida sobre numerosos expedientes, acababa de firmar la lista de una hornada de ci—devants cuya ejecución debía llevarse a cabo al día siguiente, entre las once y media y las doce.
De repente, un ruido de voces —las de un visitante y un ordenanza de guardia—, llegaron hasta él desde el otro lado de la puerta. Levantó la cabeza prestando atención. Una de las voces, que hablaba de ignorar la consigna, le hizo sobresaltarse. Se oía decir: «Soy Thermidor Moutonnet, de la sección de Hijos del deber… Dígaselo». Al escuchar aquel nombre, Fouquier—Tinville gritó:
—Déjelo pasar.
—¿Ve? ¡estaba seguro! —vociferó mientras entraba en la sala un hombre de unos treinta años, y de expresión bastante jovial, aunque de la impresión que causaba al verlo se desprendiera una incomprensible socarronería—. Buenos días. Soy yo, querido, tengo que decirte un par de cosas.
—Sé breve: aquí no soy dueño de mi tiempo.
El recién llegado cogió una silla y se acercó a su amigo.
—¿Cuántas cabezas para la próxima? —preguntó indicando la lista que su interlocutor acababa de firmar.
—Diecisiete —respondió Fouquier—Tinville.
—¿Queda espacio entre la última y tu firma?
—¡Siempre! —dijo Fouquier—Tinville.
Protegido por copyright
4 págs. / 7 minutos / 29 visitas.
Publicado el 21 de octubre de 2016 por Edu Robsy.