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Sombra

Edgar Allan Poe


Cuento


Sí, aunque marcho por el valle de la Sombra.
(Salmo de David, XXIII)

Vosotros los que leéis aún estáis entre los vivos; pero yo, el que escribe, habré entrado hace mucho en la región de las sombras. Pues en verdad ocurrirán muchas cosas, y se sabrán cosas secretas, y pasarán muchos siglos antes de que los hombres vean este escrito. Y, cuando lo hayan visto, habrá quienes no crean en él, y otros dudarán, mas unos pocos habrá que encuentren razones para meditar frente a los caracteres aquí grabados con un estilo de hierro.

El año había sido un año de terror y de sentimientos más intensos que el terror, para los cuales no hay nombre sobre la tierra. Pues habían ocurrido muchos prodigios y señales, y a lo lejos y en todas partes, sobre el mar y la tierra, se cernían las negras alas de la peste. Para aquellos versados en la ciencia de las estrellas, los cielos revelaban una faz siniestra; y para mí, el griego Oinos, entre otros, era evidente que ya había llegado la alternación de aquel año 794, en el cual, a la entrada de Aries, el planeta Júpiter queda en conjunción con el anillo rojo del terrible Saturno. Si mucho no me equivoco, el especial espíritu del cielo no sólo se manifestaba en el globo físico de la tierra, sino en las almas, en la imaginación y en las meditaciones de la humanidad.


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3 págs. / 5 minutos / 15.301 visitas.

Publicado el 10 de junio de 2016 por Edu Robsy.

Terror express

Ainhoa Escarti


terror, cuento, relato, miedo


 

TERROR EXPRESS

Ainhoa Escarti


 

Juegos olvidados

 

Jugaba con los cráneos vacíos, como si se trataran de cáscaras de nuez golpeándose los unos con los otros. Hacía tiempo que había perdido el interés, ahora nada le satisfacía. Se quedaba horas mirando su colección de calaveras.

 

-       Aquellos huesos perdurarán, yo perduraré. – solía pensar.

 

Sin darse cuenta pasó siglos encerrado cual anciano anacoreta. Tanto pasó encerrado que olvidó cómo era ser humano. Todo lo que no fuera él mismo se le asemejaba a algún evento onírico que le distrajo hace ya mucho tiempo… La realidad de fuera y la de dentro se difuminaban en su niebla de tedio y siglos ya muertos. Una mañana alguien llamó a la puerta. Él escuchaba el ruido de fondo pero no sabía cómo responder, había olvidado las conductas.

 


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15 págs. / 26 minutos / 428 visitas.

Publicado el 18 de marzo de 2019 por Ainhoa Escarti.

Una Víctima de la Publicidad

Émile Zola


Cuento


Conocí a un chico, fallecido el año pasado, cuya vida fue un prolongado martirio. Desde que tuvo uso de razón, Claude se había hecho este razonamiento: «El plan de mi existencia está trazado. No tengo más que aceptar las ventajas de mi tiempo. Para marchar con el progreso y vivir totalmente feliz, me bastará con leer los periódicos y los carteles publicitarios, mañana y tarde, y hacer exactamente lo que esos soberanos guías me aconsejen. En ello radica la verdadera sabiduría, la única felicidad posible». A partir de aquel día, Claude adoptó los anuncios de los periódicos y de los carteles como código de vida. Éstos se convirtieron en el guía infalible que le ayudaba a decidirlo todo; no compró nada, no emprendió nada que no le hubiera sido recomendado por la voz de la publicidad. Así fue como el desventurado vivió en un auténtico infierno.

Claude adquirió un terreno formado por tierras de aluvión donde sólo pudo construir sobre pilotes. La casa, construida según un sistema novedoso, temblaba cuando hacía viento y se desmoronaba con las lluvias tormentosas. En su interior, las chimeneas, provistas de ingeniosos sistemas fumívoros, humeaban hasta asfixiar a la gente; los timbres eléctricos se obstinaban en guardar silencio; los retretes, instalados según un modelo excelente, se habían convertido en horribles cloacas; los muebles, que debían obedecer a mecanismos particulares, se negaban a abrirse y cerrarse.

Tenía sobre todo un piano que no era sino un mal organillo y una caja fuerte inviolable e incombustible que los ladrones se llevaron tranquilamente a la espalda una hermosa noche invernal.


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2 págs. / 4 minutos / 323 visitas.

Publicado el 23 de octubre de 2016 por Edu Robsy.

Al Otro Lado de la Barrera del Sueño

H. P. Lovecraft


Cuento


«Entonces, el sueño se desplegó ante mí.»

Shakespeare
 

Con frecuencia me he preguntado si el común de los mortales se habrá parado alguna vez a considerar la enorme importancia de ciertos sueños, así como a pensar acerca del oscuro mundo al que pertenecen. Aunque la mayoría de nuestras visiones nocturnas resultan quizás poco más que débiles y fantásticos reflejos de nuestras experiencias de vigilia —a pesar de Freud y su pueril simbolismo—, existen no obstante algunos sueños cuyo carácter etéreo y no mundano no permite una interpretación ordinaria, y cuyos efectos vagamente excitantes e inquietantes sugieren posibles ojeadas fugaces a una esfera de existencia mental no menos importante que la vida física, aunque separada de ésta por una barrera infranqueable. Mi experiencia no me permite dudar que el hombre, al perder su conciencia terrena, se ve de hecho albergado en otra vida incorpórea, de naturaleza distinta y alejada a la existencia que conocemos, y de la que sólo los recuerdos más leves y difusos se conservan tras el despertar. De estas memorias turbias y fragmentarias es mucho lo que podemos deducir, aun cuando probar bien poco. Podemos suponer que en la vida onírica, la materia y la vida, tal como se conocen tales cosas en la tierra, no resultan necesariamente constantes, y que el tiempo y el espacio no existen tal como lo entienden nuestros cuerpos de vigilia. A veces creo que esta vida menos material es nuestra existencia real, y que nuestra vana estancia sobre el globo terráqueo resulta en sí misma un fenómeno secundario o meramente virtual.


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14 págs. / 24 minutos / 4.172 visitas.

Publicado el 16 de mayo de 2018 por Edu Robsy.

Cimbelino

William Shakespeare


Teatro, Comedia


Dramatis personae

CIMBELINO, rey de Britania
INOGENIA, su hija
La REINA, segunda esposa del rey
CLOTEN, hijo de la reina e hijastro del rey
PÓSTUMO LEONATO, esposo de Inogenia
PISANIO, su criado
CORNELIO, médico
FILARIO, amigo italiano de Póstumo
YÁQUIMO, noble italiano, amigo de Filario
Un FRANCÉS
Un HOLANDÉS
Un ESPAÑOL
BELARIO, noble desterrado, que se hace llamar Morgan

GUIDERIO
ARVIRAGO, Hijos de Cimbelino, supuestos hijos de Belario, que se hacen llamar Polidoro y Cadwal

Cayo LUCIO, general romano
Un ADIVINO
JÚPITER
Espectro de SICILIO LEONATO, padre de Póstumo
Espectro de la MADRE de Póstumo
Espectros de los dos HERMANOS de Póstumo

Nobles, damas de la reina, caballeros, senadores romanos, tribunos, capitanes, carceleros, mensajeros, músicos, soldados y acompañamiento.

Acto I

Escena I

Entran dos CABALLEROS.

CABALLERO 1º
No hay quien ponga buena cara. Nuestro temple
no obedece más al cielo que un cortesano
al ánimo del rey.

CABALLERO 2º
Pero, ¿qué ocurre?

CABALLERO 1º
Su hija y heredera del reino —que él destinaba
al único hijo de su esposa, una viuda
que hace poco desposó— ha elegido
a un caballero pobre, pero digno. Se ha casado:
el esposo, desterrado; ella, encarcelada.
Todo es pena en apariencia, pero el rey
está herido en el alma.

CABALLERO 2º
¿Solo el rey?

CABALLERO 1º
También quien la ha perdido; y la reina,
que ansiaba este enlace. Pero no hay cortesano
que, aun poniendo la cara que le dicte
el rostro del rey, en el fondo no se alegre
de lo que finge reprobar.

CABALLERO 2º
Y eso ¿por qué?


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82 págs. / 2 horas, 23 minutos / 489 visitas.

Publicado el 16 de junio de 2018 por Edu Robsy.

Consejos para una Vida Plena

Lucio Anneo Séneca


Filosofía


1. Nuestra vida se extiende mucho para quien sabe administrarla bien.

2. ¿Se atreve alguien a quejarse de la soberbia del otro cuando él mismo nunca tiene tiempo libre para sí?

3. Nada puede ejercitarse bien por un hombre ocupado, ni la elocuencia, ni las artes liberales, pues cuando un espíritu es distraído, no cobija nada muy elevado, sino que todo lo rechaza como si fuese inculcado a la fuerza.

4. A los hombres más poderosos, los que están situados en altos cargos, se les escapan palabras en las que anhelan el descanso, lo alaban, lo prefieren antes que a todos sus bienes.

5. Hay que suavizar todas las cosas y hay que sobrellevar todas con buen ánimo.

6. Aquel que dedica todo el tiempo a su propia utilidad, el que dirige cada día como si fuese el último, ni suspira por el mañana, no lo teme.

7. Debe conservarse con sumo cuidado lo que no se sabe cuando va a faltar.

8. El mayor impedimento para vivir es la espera, porque dependiendo del mañana se pierde el hoy.

9. Este camino de la vida, continuo y apresuradísimo, que, en vela o dormidos, recorremos al mismo paso, no es visible a los hombres ocupados sino hasta que han llegado al final.

10. Es propio de una mente segura y tranquila el recorrer todas las partes de su vida. Los espíritus de las personas ocupadas, como si estuviesen bajo un yugo, no pueden volver, ni mirar hacia atrás.

11. El tiempo presente sólo pertenece a los hombres ocupados, el cual es tan breve que no puede atraparse, y este mismo se les sustrae, turbados como están en sus muchas ocupaciones.


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2 págs. / 4 minutos / 2.845 visitas.

Publicado el 12 de enero de 2017 por Edu Robsy.

De la Equitación

Jenofonte


Tratado


Como nos consideramos expertos en equitación por haber sido jinetes durante mucho tiempo, deseamos también enseñar a los amigos más jóvenes el procedimiento que juzgamos más correcto en su trato con los caballos. También escribió, por cierto, sobre la equitación Simón, quien, además, ofrendó un caballo de bronce en Atenas, en el Eleusinio, y grabó en la base sus propias hazañas. En verdad, nosotros al menos no vamos a eliminar de nuestro tratado todo cuanto se reconozca que coincide con el suyo; al contrario, lo transmitiremos a los amigos con mucho más gusto, pues opinamos que merecen mucho más crédito las ideas suyas que coinciden con las nuestras, ya que era un buen jinete. Además, todo lo que a él se le pasó por alto trataremos de descubrirlo nosotros.

En primer lugar, describiremos cómo a uno se le puede engañar en la compra de un caballo.

Es evidente que se debe comprobar, incluso, el buen estado físico del potro aún no domado, ya que todavía no presenta pruebas claras de su carácter el caballo que aún no ha sido montado.

A su vez, en lo que se refiere al cuerpo, afirmamos que es necesario examinar, ante todo, los pies. Efectivamente, como no tendría ninguna utilidad una casa si la parte superior fuese muy hermosa, pero no estuviesen los cimientos como es necesario, igualmente no sería de ninguna utilidad un caballo dedicado a la guerra si fuese de pies defectuosos aunque bueno en todo lo demás, pues lógicamente no podría sacar ningún provecho de ninguna de sus buenas cualidades.


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27 págs. / 47 minutos / 1.229 visitas.

Publicado el 20 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Del Sentido y lo Sensible

Aristóteles


Filosofía, tratado


Capítulo I

HEMOS tratado ahora mismo detalladamente del alma en sí misma y de sus diversas facultades. Nuestra labor ha de ser, pues, a continuación, considerar los animales y todas aquellas cosas que poseen vida y descubrir cuáles son sus actividades distintivas o peculiares y cuáles son sus actividades comunes. Hay que presuponer todo lo que se ha dicho ahora mismo acerca del alma, pero hemos de discutir ahora las cuestiones que quedan, relacionadas ante todo con lo que tiene una prioridad natural.

Las características más importantes de los animales, sean comunes o peculiares, son evidentemente las que pertenecen al alma y al cuerpo, tales como la sensación, la memoria, la pasión, el deseo y el apetito en general, y junto a ellas, el placer y la pena; estas cosas, en efecto, pertenecen a la gran mayoría de los seres vivos. Además de éstas, hay algunas que son comunes a todos los seres que participan de la vida, y otras que son peculiares a ciertos animales. Las más importantes de éstas son las que constituyen los cuatro pares siguientes: el velar y el dormir, la juventud y la vejez, la inspiración y la espiración, la vida y la muerte; hemos de investigar ahora qué es cada una de estas cosas, y por qué razones tienen lugar.

Es, además, el deber del filósofo de la naturaleza estudiar los primeros principios de la salud y la enfermedad; porque ni la salud ni la enfermedad pueden ser propiedades de los seres que carecen de vida. De donde se puede decir que la mayoría de los filósofos de la naturaleza y aquellos médicos que ponen un interés especial en su arte, tienen esto en común: el primero acaba por estudiar medicina, y el último basa sus teoría médica en los principios de la ciencia de la naturaleza.


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35 págs. / 1 hora, 2 minutos / 1.038 visitas.

Publicado el 3 de junio de 2016 por Edu Robsy.

Dos Cuentos Orientales

Gérard de Nerval


Cuento


Historia del califa Hakem

(En El Cairo, las vicisitudes de una intriga galante llevan a Nerval a visitar al padre de la muchacha en la que está interesado, un jeque druso que el pacha ha mandado detener, o más bien poner en lo que hoy llamaríamos «arresto domiciliario». La curiosidad por la religión drusa le lleva a repetir las visitas).

Preámbulo

Creo por cierto que esta vez me tomó por un misionero, pero no dio de ello ningún signo exterior, y me exhortó vivamente a regresar a verlo, puesto que eso me daba tanto gusto.

No puedo darte aquí más que un resumen de las conversaciones que tuve con el jeque druso, y en las que tuvo a bien rectificar las ideas que yo me había formado de su religión según algunos fragmentos de libros árabes, traducidos al azar y comentados por los sabios de Europa. Antiguamente esas cosas eran secretas para los extranjeros, y los drusos escondían sus libros con cuidado en los lugares más retirados de sus casas y de sus templos.


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165 págs. / 4 horas, 49 minutos / 131 visitas.

Publicado el 2 de julio de 2018 por Edu Robsy.

El Adolescente

Fiódor Mijáilovich Dostoyevski


Novela


Primera parte

Capítulo primero

I

Sin resistir más, empiezo a escribir esta historia de mis primeros pasos en la carrera de la vida. Y sin embargo, muy bien podría pasarme sin esto. Una cosa es segura: que ya nunca más escribiré mi autobiografía, aunque tenga que vivir cien años. Hay que estar prendado muy bajamente de uno mismo para hablar así sin avergonzarse. La sola excusa que me doy, es que no escribo por el mismo motivo que todo el mundo, es decir, para obtener las alabanzas del lector. Si de repente se me ha ocurrido anotar palabra por palabra todo lo que me ha pasado desde el año anterior, es por una necesidad íntima: ¡tan impresionado me he quedado por los hechos acaecídos! Me limito a registrar los acontecimientos, evitando con todas mis fuerzas lo que les es ajeno, y sobre todo los artificios literarios; un literato se lleva escribiendo treinta años, y al final ignora por qué ha escrito tanto tiempo. No soy literato ni quiero serlo. Arrastrar la intimidad de mi alma y una bonita descripción de mis sentimientos por el mercado literario sería a mis ojos una inconveniencia y una bajeza. Preveo no obstante, no sin disgusto, que será probablemente imposible evitar del todo las descripciones de sentimientos y las reflexiones (quizás incluso vulgares): ¡tanto desmoraliza al hombre todo trabajo literario, hasta el emprendido únicamente para sí! Y estas reflexiones pueden aún ser muy vulgares, porque lo que uno estima puede muy bien no tener valor alguno para un extraño. Pero quede dicho todo esto entre paréntesis. He aquí hecho mi prefacio: no habrá nada más por el estilo. ¡Manos a la obra! Aunque no haya nada más embarazoso que emprender una obra, y quizás el poner manos a la obra en general.


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753 págs. / 21 horas, 58 minutos / 374 visitas.

Publicado el 29 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

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