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Poema de Gilgamesh

Anónimo


Poema épico, epopeya


Tablilla I. La llegada de Enkidu

Prólogo y peán. El rey Gilgamesh tiraniza al pueblo de Uruk, que se queja a los dioses. Para desviar sus energías sobrehumanas, los dioses crean a su homólogo, el salvaje Enkidu, que es criado por los animales salvajes. Enkidu es descubierto por un cazador, que le hace salir de la manada utilizando como señuelo a una prostituta. La ramera le enseña sus artes y le propone llevarle a Uruk, donde Gilgamesh lo ha visto en sueños.

El que ha visto lo Profundo, los cimientos del país,
[que] conocía…, era sabio en todas las cosas.
[Gilgamesh, que] vio lo Profundo, los cimientos del país,
[que] conocía…, era sabio en todas las cosas.
[Él] … en todas partes…

Y [aprendió] de todas las cosas la suma de la sabiduría.
Vio lo que era secreto, descubrió lo que estaba oculto, volvió a traer un relato de antes del Diluvio.
Recorrió un largo camino, estaba fatigado, halló la paz,
y fijó todos sus trabajos en una tablilla de piedra.

Construyó la muralla de Uruk la Cercada,
de la santa Eanna, el almacén sagrado.
Mira su muralla como una hebra de lana,
Ve su parapeto que nadie ha podido copiar.
Sube por la escalera de una época pasada,

acércate a Eanna, sede de Ishtar la diosa,
que ningún rey posterior pudo nunca copiar.
Sube a la muralla de Uruk y anda por ella.
Inspecciona sus cimientos, examina los ladrillos.
¿No fueron sus ladrillos cocidos en un horno?


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73 págs. / 2 horas, 9 minutos / 3.252 visitas.

Publicado el 2 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

Humano, Demasiado Humano

Friedrich Nietzsche


Filosofía


REFERENTE A HUMANO, DEMASIADO HUMANO EN ECCE HOMO

1. Humano, demasiado humano, es el monumento de una crisis. Lleva el subtítulo Libro para espíritus libres: casi cada una de sus frases es la expresión de una victoria; pero con esta obra yo me desembaracé de lo que no era propio de mi naturaleza. El idealismo me es extraño: el título significa: «Allí donde vosotros veis cosas ideales, yo veo cosas humanas, demasiado humanas»… Yo conozco mejor al hombre… En ningún otro sentido se debe entender aquí la frase espíritu libre: únicamente en el sentido de un espíritu que ha llegado a ser libre, que ha vuelto a tomar posesión de sí mismo. El tono, el sonido de la voz ha cambiado completamente; este libro parecerá prudente, fresco, y en ciertos casos hasta duro y sarcástico. Parece que cierta intelectualidad de gusto noble se sobrepone constantemente a una corriente pasional que corre por lo bajo. Esto da un sentido al hecho de que precisamente con la celebración centenaria de la muerte de Voltaire quiso justificarse la publicación del libro en 1878. Porque Voltaire, al contrario de todos aquellos que escribieron después que él, es ante todo un gran señor del espíritu; exactamente lo que yo soy también.


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306 págs. / 8 horas, 56 minutos / 3.110 visitas.

Publicado el 28 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

La Torre

H.P. Lovecraft


Cuento


Desde esa esquina se puede ver la torre. Si el testigo abandona por un segundo el ruido de la vida porteña, descubrirá tras las paredes circulares un aquelarre. El eco del mismo lugar que la humanidad resguarda en la penumbra bajo diferentes disfraces. La esencia de los cimientos de construcciones tan antiguas como las pirámides y Stonehenge. Allí se suceden acontecimientos —incluso próximos a lo cotidiano— que atraen a hados y demonios.

Fue lupanar y fumadero de opio. Acaso alguno de sus visitantes haya dejado el alma allí preso del puñal de un malevo. Pero fue cuando llegó aquella artista pálida, María Krum, que su esencia brotó al fin. Recuerdo que apenas salía para hacer visitas a la universidad. Fue en su biblioteca donde hojeó las páginas del prohibido Necronomicón. Mortal fue su curiosidad por la que recitó aquel hechizo. Quizá creyó que las paredes sin ángulos la protegerían de los sabuesos. Pero esas criaturas son hábiles, impetuosas, insaciables. Los vecinos oyeron el grito del día en que murió. Ahora forma parte de la superstición barrial. Pero yo sigo oyendo su sufrimiento y el jadeo de los Perros de Tíndalos que olfatean, hurgan y rastrean en la torre.


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1 pág. / 1 minuto / 2.896 visitas.

Publicado el 29 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

El que Susurra en la Oscuridad

H. P. Lovecraft


Novela corta


I

Tened muy presente que en último término no presencie ningún horror visual. Decir que una conmoción mental fue la causa de lo que deduje —aquella última gota que me hizo salir a escape de la solitaria granja de Akeley y lanzarme, en plena noche, por las desoladas montañas de Vermont en un vehículo requisado—, no es sino querer ignorar los hechos más palmarios de mi experiencia final. No obstante las cosas tan fascinantes que tuve ocasión de ver y oír y la imborrable huella que en mí dejaron, ni siquiera hoy puedo afirmar si estaba o no equivocado por lo que respecta a mi horrible deducción. Ya que, después de todo, la desaparición de Akeley no prueba nada. No se encontró nada anormal en su casa a pesar de las huellas de proyectiles que había dentro y fuera de ella. Daba la impresión de que hubiera salido a dar una vuelta por las montañas y, por algún motivo desconocido, no hubiese regresado. No había la menor indicación de que alguien hubiera pasado por allí, ni de que aquellos horribles cilindros y máquinas hubiesen estado almacenados en el estudio. El hecho de que Akeley profesara un temor reverencial hacia las verdes y abigarradas montañas y los innumerables cursos de agua entre los que habla nacido y se habla criado, tampoco quería decir nada en absoluto, pues se cuentan por millares las personas sujetas a tan morbosas aprensiones. La extravagancia, además, podía contribuir a explicar los extraños actos y recelos en que incurrió hacia el final.


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91 págs. / 2 horas, 40 minutos / 2.873 visitas.

Publicado el 17 de mayo de 2018 por Edu Robsy.

El Anticristo

Friedrich Nietzsche


Filosofía


PRÓLOGO

INVERSIÓN DE TODOS LOS VALORES

FRAGMENTO

Este libro está hecho para muy pocos lectores. Puede que no viva aún ninguno de ellos. Esos podrán ser los que comprendan mi Zaratustra; ¿acaso tengo yo derecho a confundirme con aquellos a quienes hoy se presta atención? Lo que a mí me pertenece es el pasado mañana. Algunos hombres nacen póstumos.

Las condiciones requeridas para comprender y para comprenderme luego con necesidad, las conozco demasiado bien. Hay que ser probo hasta la dureza en las cosas del espíritu para poder soportar sólo mi seriedad y mi pasión. Hay que estar acostumbrado a vivir en las montañas, y ver a nuestros pies la miserable locuacidad política y el egoísmo de los pueblos que la época desarrolla. Hay que hacerse indiferente; no debe preguntarse si la verdad favorece o perjudica al hombre... Hay que tener una fuerza de predilección para las cuestiones que ahora espantan a todos; poseer el valor de las cosas prohibidas, es preciso estar predestinado al laberinto. De esas soledades hay que hacer una experiencia. Tener nuevos oídos para una nueva música: nuevos ojos para las cosas más lejanas; nueva conciencia para verdades hasta ahora mudas, y la voluntad de la economía en grande estilo; conservar las propias fuerzas y el propio entusiasmo... hay que respetarse a si mismo, amarse a sí mismo; absoluta libertad para consigo mismo...

Ahora bien; sólo los forjados así son mis lectores, mis lectores predestinados; ¿qué me importan los demás? Los demás son simplemente la humanidad. Se debe ser superior a la humanidad por la fuerza, por el temple, por el desprecio...

FRIEDRICH NIETZCHE


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83 págs. / 2 horas, 26 minutos / 2.340 visitas.

Publicado el 28 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Medida por Medida

William Shakespeare


Teatro, Comedia


Dramatis personae

EL DUQUE Vincentio
ANGELO, su delegado
ESCALO, noble anciano
CLAUDIO, joven caballero
LUCIO, un estrafalario
Otros dos caballeros
EL ALCAIDE
FRAY TOMÁS
FRAY PEDRO
CODO, guardia bobo
ESPUMA, caballero tonto
[POMPEYO], gracioso [sirviente de doña Regozada]
PUTOESPANTO, verdugo
BERNARDINO, preso disoluto
[UN JUEZ]
[VARIO, amigo del Duque]
ISABEL, hermana de Claudio
MARIANA, prometida de Angelo
JULIETA, amada de Claudio
SOR FRANCISCA
DOÑA REGOZADA, alcahueta

Nobles, guardias, ciudadanos, criados, un paje y un mensajero.

Acto I

Escena I

Entran el DUQUE, ESCALO, señores [y acompañamiento].

DUQUE
¡Escalo!

ESCALO
¿Señor?

DUQUE
Exponer los principios del gobierno
haría creer que me gustan los discursos,
pues admito que vuestra sabiduría
en la materia excede los consejos
que mi ciencia puede daros. Solo resta
ponerla en ejercicio, pues sois apto,
y dejar que ambos actúen. Los usos de las gentes,
las leyes ciudadanas y el proceder
de la justicia os son tan conocidos
como a quien más haya ilustrado
el saber y la experiencia. Aquí está mi decreto,
del que no habéis de apartaros.— Llamad
a Angelo, que ante mí comparezca.

[Sale un criado.]

¿Qué figura creéis que mostrará?
Sabed que lo he escogido con esmero
para que me sustituya en mi ausencia:
le doy mi potestad, lo revisto de mi afecto
y otorgo a su delegación cuantos recursos
emplea mi autoridad. ¿Qué os parece?

ESCALO
Si en Viena hay alguien digno
de llevar tanto honor y tal merced,
ese es Angelo.

Entra ANGELO.

DUQUE
Aquí viene.


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62 págs. / 1 hora, 49 minutos / 2.053 visitas.

Publicado el 14 de junio de 2018 por Edu Robsy.

Memoria

H. P. Lovecraft


Cuento


En el valle de Nis, una maléfica luna menguante brilla tenue, abriéndose paso con su luz, con difusos rayos, a través de los letales follajes de los grandes árboles upas. Y en las profundidades del valle, allí donde no llega la luz, se mueven formas que no están hechas para ser contempladas. La maleza crece prieta en las laderas, allí donde las malignas enredaderas y plantas rastreras se enroscan en torno a las piedras de palacios arruinados, ciñéndose con fuerza a columnas rotas y extraños monolitos, y levantando pavimentos de mármol que fueron dispuestos por manos olvidadas. Y en los árboles, que crecen inmensos en ruinosos patios, brincan pequeños monos, mientras que, entrando y saliendo de profundas criptas llenas de tesoros, se retuercen las serpientes venenosas y seres escamosos sin nombre.

Inmensas son las piedras que dormitan bajo capas de musgo húmedo, y poderosos son los muros de los que se han desprendido. Sus constructores las erigieron para la eternidad y en verdad que aún sirven con nobleza, ya que, debajo de ellas, habita el sapo gris.

En el mismo fondo del valle se encuentra el río Than, cuyas aguas son fangosas y repletas de algas. Nace en arroyos ocultos y fluye hacia grutas subterráneas, y el Demonio del Valle no sabe por qué sus aguas son rojas, ni en dónde desemboca.

El Genio que acecha en los rayos de luna se dirigió al Demonio del Valle, diciéndole:

—Soy viejo y es mucho lo que he olvidado. Dime los hechos, aspecto y nombre de aquellos que edifican estas ruinas de piedra.

Y el Demonio repuso.


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1 pág. / 2 minutos / 1.864 visitas.

Publicado el 16 de mayo de 2018 por Edu Robsy.

Sobre verdad y mentira en sentido extramoral

Friedrich Nietzsche


Filosofía Nietzsche


En algún apartado rincón del universo, desperdigado de innumerables y centelleantes sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales astutos inventaron el conocer. Fue el minuto más soberbio y más falaz de la Historia Universal, pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras un par de respiraciones de la naturaleza, el astro se entumeció y los animales astutos tuvieron que perecer. Alguien podría inventar una fábula como ésta y, sin embargo, no habría ilustrado suficientemente, cuán lamentable y sombrío, cuán estéril y arbitrario es el aspecto que tiene el intelecto humano dentro de la naturaleza; hubo eternidades en las que no existió, cuando de nuevo se acabe todo para él, no habrá sucedido nada. Porque no hay para ese intelecto ninguna misión ulterior que conduzca más allá de la vida humana. No es sino humano, y solamente su poseedor y creador lo toma tan patéticamente como si en él girasen los goznes del mundo. Pero si pudiéramos entendernos con un mosquito, llegaríamos a saber, que también él navega por el aire con ese mismo pathos y se siente el centro volante de este mundo. Nada hay en la naturaleza tan despreciable e insignificante que, con un mínimo soplo de aquel poder del conocimiento, no se hinche inmediatamente como un odre; y del mismo modo que cualquier mozo de cuadra quiere tener sus admiradores, el más orgulloso de los hombres, el filósofo, quiere que desde todas partes, los ojos del universo tengan telescópicamente puesta su mirada sobre sus acciones y pensamientos.Es remarcable, que tal estado lo produzca el intelecto, él que, precisamente, sólo ha sido añadido como un recurso a los seres más desdichados, delicados y efímeros, para conservarlos un minuto en la existencia; de la cual, por el contrario, sin ese añadido, tendrían toda clase de motivos para huir tan rápidamente como el hijo de Lessing .


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12 págs. / 22 minutos / 1.748 visitas.

Publicado el 26 de abril de 2019 por Gisell Pinedo.

Juliette o las Prosperidades del Vicio

Marqués de Sade


Novela


Primera parte

Justine y yo fuimos educadas en el convento de Panthemont. Ustedes ya conocen la celebridad de esta abadía, y saben que, desde hace muchos años, salen de ella las mujeres más bonitas y más libertinas de París. Es este convento tuve como compañera a Euphrosine, esa joven cuyas huellas quiero seguir y quien, viviendo cerca de la casa de mis padres, había abandonado la suya para arrojarse en brazos del libertinaje; y como de ella y de una religiosa amiga suya fue de quienes recibí los primeros principios de esta moral que han visto con asombro en mí, siendo tan joven, por los relatos de mi hermana, me parece que, antes de nada, debo hablaros de la una y de la otra… contaros exactamente estos primeros momentos de mi vida en los que, seducida, corrompida por estas dos sirenas, nació en el fondo de mi corazón el germen de todos los vicios.


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1.290 págs. / 1 día, 13 horas, 39 minutos / 1.613 visitas.

Publicado el 13 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

El Concepto de la Angustia

Søren Kierkegaard


Psicología, filosofía


In memoriam

Esta obra se la dedico al
profesor Poul Martín Moller,

amante dichoso del helenismo, admirador de Homero,
confidente de Sócrates, intérprete de Aristóteles
—alegría de Dinamarca en su «Alegría por Dinamarca»,
el cual, aun «viajando muy lejos», nunca dejó de
«recordar el verano danés»— y a quien tanto admiro
y tanto echo de menos.


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202 págs. / 5 horas, 53 minutos / 1.576 visitas.

Publicado el 2 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

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