Textos más populares esta semana no disponibles | pág. 5

Mostrando 41 a 50 de 2.224 textos encontrados.


Buscador de títulos

textos no disponibles


34567

La Iglesia que Había en Antioquía

Rudyard Kipling


Cuento


Cuando Pedro vino a Antioquía,
yo me enfrenté a él cara a cara y le reprendí.

Carta de san Pablo a los gálatas 2:11

La madre, una viuda romana, devota y de alta cuna, decidió que al hijo no le hacía ningún bien continuar en aquella Legión del Oriente tan próxima a la librepensadora Constantinopla, y así le procuró un destino civil en Antioquía, donde su tío, Lucio Sergio, era el jefe de la guardia urbana. Valens obedeció como hijo y como joven ávido por conocer la vida, y en ese momento llegaba a la puerta de su tío.

—Esa cuñada mía —observó el anciano— sólo se acuerda de mí cuando necesita algo. ¿Qué has hecho?

—Nada, tío.

—O sea que todo, ¿no?

—Eso cree mi madre, pero no es así.

—Ya lo veremos.

—Tus habitaciones se encuentran al otro lado del patio. Tu… equipaje ya está allí… ¡Bah, no pienso interferir en tus asuntos privados! No soy el tío de lengua áspera. Toma un baño. Hablaremos durante la cena.

Pero antes de esa hora «Padre Serga», que así llamaban al prefecto de la guardia, supo por el erario que su sobrino había marchado desde Constantinopla a cargo de un convoy del tesoro público que, tras un choque con los bandidos en el paso de Tarso, entregó oportunamente.

—¿Por qué no me lo dijiste? —quiso saber su tío mientras cenaban.

—Primero debía informar al erario —fue la respuesta.

Serga lo miró y dijo:

—¡Por los dioses! Eres igual que tu padre. Los cilicios sois escandalosamente cumplidores.

—Ya me he dado cuenta. Nos tendieron una emboscada a menos de ocho kilómetros de Tarso. ¿Aquí también son frecuentes esas cosas?


Información texto

Protegido por copyright
21 págs. / 37 minutos / 261 visitas.

Publicado el 5 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Hiperespacio

michio kaku


Una odisea cientifica a travéz de universos paralelos, distorsiones de tiempo y la décima dimensión


Hiperespacio www.librosmaravillosos.com Michio Kaku 1 Preparado por Patricio Barros Hiperespacio www.librosmaravillosos.com Michio Kaku 2 Preparado por Patricio Barros Reseña ¿Hay otras dimensiones más allá de las de nuestra experiencia cotidiana? ¿Hay puertas de acceso a universos paralelos? ¿Qué sucedió antes del primer día de la Creación? Este tipo de cuestiones están en el centro de la actividad científica actual. En efecto, muchos físicos creen hoy que existen otras dimensiones más allá de las cuatro de nuestro espacio-tiempo, y que puede alcanzarse una visión unificada de las diversas fuerzas de la naturaleza. La teoría del hiperespacio –y su derivación más reciente, la teoría de supercuerdas– es el ojo de esta revolución. En este libro, Michio Kaku nos lleva a un deslumbrante viaje por nuevas dimensiones: agujeros de gusano que conectan universos paralelos, máquinas del tiempo, «universos bebé» y otras maravillas semejantes van surgiendo en unas páginas en las que la formulación matemática es reemplazada por imaginativas ilustraciones que permiten visualizar los problemas. El resultado es un libro muy ameno y sorprendente, que incluso deja atrás las mayores fantasías de los viejos autores de ciencia ficción. Hiperespacio www.librosmaravillosos.com Michio Kaku 3 Preparado por Patricio Barros Índice Prefacio Agradecimientos Parte 1. Entrar en la quinta dimensión 1. Mundos más allá del espacio y del tiempo 2. Matemáticos y visionarios 3. El hombre que «vio» la cuarta dimensión 4. El secreto de la luz: vibraciones en la quinta dimensión Parte 2. La unificación en diez dimensiones 5. La herejía cuántica 6. La venganza de Einstein 7. Supercuerdas 8. Señales de la décima dimensión 9. Antes de la creación Parte 3. Agujeros de gusano: ¿Puertas a otro universo? 10. Agujeros negros y universos paralelos 11. Construir una máquina del tiempo 12. Universos en colisión Parte 4. Señores del hiperespacio 13.


Información texto

Protegido por copyright
468 págs. / 13 horas, 39 minutos / 246 visitas.

Publicado el 29 de febrero de 2024 por luchojazmin.

La Peña del Dragón

Alejandro Dumas


Cuento


En el pueblo de Rhungsdof, a orillas del Rin, encontramos numerosas barcas esperando a los viajeros; en unos minutos nos trasladaron a Koenigswinter, una bonita aldea situada en la otra orilla. Nos informamos de la hora a la que pasaba el vapor y nos respondieron que pasaba a las doce. Eso nos daba un margen de casi cinco horas; era más del tiempo necesario para visitar las ruinas del Drachenfelds.

Tras unos tres cuartos de hora de ascensión por un bonito sendero que rodea la montaña, llegamos a la primera cima, donde se encuentran un albergue y una pirámide. Desde esta primera plataforma, un bonito sendero curvo y enarenado como el de un jardín inglés, conduce a la cima del Drachenfelds. Se llega en primer lugar a una primera torre cuadrada, a la que se accede bastante difícilmente por una grieta; luego a una torre redonda que, completamente reventada por el tiempo, ofrece un acceso más fácil. Esta torre está situada sobre la peña misma del dragón. El Drachenfelds toma su nombre de una antigua tradición que se remonta a los tiempos de Julián el Apóstata. En una caverna que aún se muestra, a mitad de la ladera, se había retirado un enorme dragón, tan perfectamente puntual en sus comidas que cuando olvidaban llevarle cada día un prisionero o un reo al lugar en el que acostumbraba encontrarlo, bajaba a la llanura y devoraba a la primera persona que encontraba. Por supuesto, el dragón resultaba invulnerable.


Información texto

Protegido por copyright
2 págs. / 4 minutos / 244 visitas.

Publicado el 23 de junio de 2016 por Edu Robsy.

Sombra

Edgar Allan Poe


Cuento


Sí, aunque marcho por el valle de la Sombra.
(Salmo de David, XXIII)

Vosotros los que leéis aún estáis entre los vivos; pero yo, el que escribe, habré entrado hace mucho en la región de las sombras. Pues en verdad ocurrirán muchas cosas, y se sabrán cosas secretas, y pasarán muchos siglos antes de que los hombres vean este escrito. Y, cuando lo hayan visto, habrá quienes no crean en él, y otros dudarán, mas unos pocos habrá que encuentren razones para meditar frente a los caracteres aquí grabados con un estilo de hierro.

El año había sido un año de terror y de sentimientos más intensos que el terror, para los cuales no hay nombre sobre la tierra. Pues habían ocurrido muchos prodigios y señales, y a lo lejos y en todas partes, sobre el mar y la tierra, se cernían las negras alas de la peste. Para aquellos versados en la ciencia de las estrellas, los cielos revelaban una faz siniestra; y para mí, el griego Oinos, entre otros, era evidente que ya había llegado la alternación de aquel año 794, en el cual, a la entrada de Aries, el planeta Júpiter queda en conjunción con el anillo rojo del terrible Saturno. Si mucho no me equivoco, el especial espíritu del cielo no sólo se manifestaba en el globo físico de la tierra, sino en las almas, en la imaginación y en las meditaciones de la humanidad.


Información texto

Protegido por copyright
3 págs. / 5 minutos / 15.301 visitas.

Publicado el 10 de junio de 2016 por Edu Robsy.

Silencio

Edgar Allan Poe


Cuento


‘Ενδονσιν δ’ ορεων κορνφαι τε και φαράγγες
Πρώονές τε και χάραδραι.

Las crestas montañosas duermen; los valles, los riscos
y las grutas están en silencio.
—Alcmán


Escúchame —dijo el Demonio, apoyando la mano en mi cabeza—. La región de que hablo es una lúgubre región en Libia, a orillas del río Zaire. Y allá no hay ni calma ni silencio.

Las aguas del río están teñidas de un matiz azafranado y enfermizo, y no fluyen hacia el mar, sino que palpitan por siempre bajo el ojo purpúreo del sol, con un movimiento tumultuoso y convulsivo. A lo largo de muchas millas, a ambos lados del legamoso lecho del río, se tiende un pálido desierto de gigantescos nenúfares. Suspiran entre sí en esa soledad y tienden hacia el cielo sus largos y pálidos cuellos, mientras inclinan a un lado y otro sus cabezas sempiternas. Y un rumor indistinto se levanta de ellos, como el correr del agua subterránea. Y suspiran entre sí.

Pero su reino tiene un límite, el límite de la oscura, horrible, majestuosa floresta. Allí, como las olas en las Hébridas, la maleza se agita continuamente. Pero ningún viento surca el cielo. Y los altos árboles primitivos oscilan eternamente de un lado a otro con un potente resonar. Y de sus altas copas se filtran, gota a gota, rocíos eternos. Y en sus raíces se retuercen, en un inquieto sueño, extrañas flores venenosas. Y en lo alto, con un agudo sonido susurrante, las nubes grises corren por siempre hacia el oeste, hasta rodar en cataratas sobre las ígneas paredes del horizonte. Pero ningún viento surca el cielo. Y en las orillas del río Zaire no hay ni calma ni silencio.


Información texto

Protegido por copyright
4 págs. / 7 minutos / 5.812 visitas.

Publicado el 10 de junio de 2016 por Edu Robsy.

Al Otro Lado de la Barrera del Sueño

H. P. Lovecraft


Cuento


«Entonces, el sueño se desplegó ante mí.»

Shakespeare
 

Con frecuencia me he preguntado si el común de los mortales se habrá parado alguna vez a considerar la enorme importancia de ciertos sueños, así como a pensar acerca del oscuro mundo al que pertenecen. Aunque la mayoría de nuestras visiones nocturnas resultan quizás poco más que débiles y fantásticos reflejos de nuestras experiencias de vigilia —a pesar de Freud y su pueril simbolismo—, existen no obstante algunos sueños cuyo carácter etéreo y no mundano no permite una interpretación ordinaria, y cuyos efectos vagamente excitantes e inquietantes sugieren posibles ojeadas fugaces a una esfera de existencia mental no menos importante que la vida física, aunque separada de ésta por una barrera infranqueable. Mi experiencia no me permite dudar que el hombre, al perder su conciencia terrena, se ve de hecho albergado en otra vida incorpórea, de naturaleza distinta y alejada a la existencia que conocemos, y de la que sólo los recuerdos más leves y difusos se conservan tras el despertar. De estas memorias turbias y fragmentarias es mucho lo que podemos deducir, aun cuando probar bien poco. Podemos suponer que en la vida onírica, la materia y la vida, tal como se conocen tales cosas en la tierra, no resultan necesariamente constantes, y que el tiempo y el espacio no existen tal como lo entienden nuestros cuerpos de vigilia. A veces creo que esta vida menos material es nuestra existencia real, y que nuestra vana estancia sobre el globo terráqueo resulta en sí misma un fenómeno secundario o meramente virtual.


Información texto

Protegido por copyright
14 págs. / 24 minutos / 4.172 visitas.

Publicado el 16 de mayo de 2018 por Edu Robsy.

Consejos para una Vida Plena

Lucio Anneo Séneca


Filosofía


1. Nuestra vida se extiende mucho para quien sabe administrarla bien.

2. ¿Se atreve alguien a quejarse de la soberbia del otro cuando él mismo nunca tiene tiempo libre para sí?

3. Nada puede ejercitarse bien por un hombre ocupado, ni la elocuencia, ni las artes liberales, pues cuando un espíritu es distraído, no cobija nada muy elevado, sino que todo lo rechaza como si fuese inculcado a la fuerza.

4. A los hombres más poderosos, los que están situados en altos cargos, se les escapan palabras en las que anhelan el descanso, lo alaban, lo prefieren antes que a todos sus bienes.

5. Hay que suavizar todas las cosas y hay que sobrellevar todas con buen ánimo.

6. Aquel que dedica todo el tiempo a su propia utilidad, el que dirige cada día como si fuese el último, ni suspira por el mañana, no lo teme.

7. Debe conservarse con sumo cuidado lo que no se sabe cuando va a faltar.

8. El mayor impedimento para vivir es la espera, porque dependiendo del mañana se pierde el hoy.

9. Este camino de la vida, continuo y apresuradísimo, que, en vela o dormidos, recorremos al mismo paso, no es visible a los hombres ocupados sino hasta que han llegado al final.

10. Es propio de una mente segura y tranquila el recorrer todas las partes de su vida. Los espíritus de las personas ocupadas, como si estuviesen bajo un yugo, no pueden volver, ni mirar hacia atrás.

11. El tiempo presente sólo pertenece a los hombres ocupados, el cual es tan breve que no puede atraparse, y este mismo se les sustrae, turbados como están en sus muchas ocupaciones.


Información texto

Protegido por copyright
2 págs. / 4 minutos / 2.845 visitas.

Publicado el 12 de enero de 2017 por Edu Robsy.

Noche de Reyes

William Shakespeare


Teatro, Comedia


Dramatis personae

ORSINO, Duque de Iliria

VALENTÍN
CURIO, caballeros al servicio de Orsino

OLIVIA, condesa
MARÍA, doncella de Olivia
DON TOBÍAS REGÜELDO, tío de Olivia
DON ANDRÉS DE CARAPÁLIDA, amigo de don Tobías
MALVOLIO, mayordomo de Olivia
FESTE, bufón de Olivia
FABIÁN, caballero al servicio de Olivia

VIOLA, joven dama
SEBASTIÁN, hermano gemelo de Viola
ANTONIO, amigo de Sebastián

CAPITÁN
SACERDOTE

Señores, marineros, músicos, criados y acompañamiento.

Acto I

Escena I

[Música.] Entran ORSINO, Duque de Iliria, CURIO y otros caballeros.

ORSINO
Si el amor se alimenta de música,
seguid tocando; dádmela en exceso,
que, saciándome, repugne al apetito y muera.
¡Repetid la melodía! Tenía una cadencia…
Acarició mis oídos como el dulce son
que, alentando sobre un lecho de violetas,
roba y regala perfume. ¡Ya es bastante!
Ahora no es tan grata como lo era antes.
¡Espíritu de amor! ¡Qué vivo y qué voraz!
Tienes la capacidad de los océanos
y, sin embargo, en ti no entra nada,
por excelso que sea su valor,
sin que pierda su precio y estima
en un momento. Tan fantasioso es el amor
que todo él es una fantasía.

CURIO
¿Vais a cazar, señor?

ORSINO
¿Qué, Curio?

CURIO
La corza.

ORSINO
Ya lo hago: la más noble que hay.
Cuando la vi por vez primera, Olivia
purificaba el aire pestilente.
Me convertí al instante en una corza
y, desde entonces, mis deseos me persiguen
como perros crueles y feroces.

Entra VALENTÍN.

¿Qué, hay noticias de ella?


Información texto

Protegido por copyright
61 págs. / 1 hora, 46 minutos / 2.716 visitas.

Publicado el 11 de junio de 2018 por Edu Robsy.

La Novela Experimental

Émile Zola


Ensayo, Crítica


A menudo he hablado, en mis estudios literarios, del método experimental aplicado a la novela y al drama. El retorno a la naturaleza, la evolución naturalista que arrastra consigo el siglo, empuja poco a poco todas las manifestaciones de la inteligencia humana hacia una misma vía científica. La idea de una literatura determinada por la ciencia sólo puede sorprender si no se precisa y se comprende. Me parece útil decir, pues, claramente lo que se debe entender, en mi opinión, por novela experimental.

Sólo tendré que hacer un trabajo de adaptación, ya que el método experimental ha sido establecido con una fuerza y una claridad maravillosas por Claude Bernard en su Introduction à l’étude de la médecine expérimentale. Este libro, escrito por un sabio cuya autoridad es decisiva, va a servirme de base sólida. Encontraré en él toda la cuestión tratada, y me limitaré a dar las citas que me sean necesarias como argumentos irrefutables. Se tratará, pues, de una compilación de textos; ya que cuento escudarme, en todos los puntos, detrás de Claude Bernard. A menudo me bastará con remplazar la palabra «médico» por la palabra «novelista» para hacer claro mi pensamiento y darle el rigor de una verdad científica.


Información texto

Protegido por copyright
43 págs. / 1 hora, 16 minutos / 2.705 visitas.

Publicado el 24 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

De la Memoria y el Recuerdo

Aristóteles


Filosofía, tratado


Capítulo I

Hemos de tratar ahora de la memoria y el recuerdo: qué es, por qué motivos tiene lugar y a qué parte del alma corresponde esta afección y la del recuerdo. Porque los hombres que tienen buena memoria no son idénticos a los que son prontos en recordar, sino que, hablando en general, los que son de penetración lenta tienen mejor memoria, mientras que los que son de penetración rápida y aprenden fácilmente son mejores en el recordar.

En primer lugar, pues, hemos de entender qué clase de cosas son objetos de la memoria; ya que con frecuencia se yerra en este punto. Es, en efecto, imposible recordar el futuro, que es objeto de la conjetura o de la espera —podría incluso haber una ciencia de la expectación; según algunos dicen que ella es la adivinación—; tampoco hay memoria del presente, sino tan sólo percepción de él; puesto que, por la percepción, no conocemos ni lo que es futuro ni lo que es pasado, sino solamente lo que es presente. Ahora bien, la memoria tiene por objeto el pasado; nadie podría pretender recordar el presente, mientras el es presente. Por ejemplo, no se puede recordar un objeto blanco particular mientras uno lo está mirando, como tampoco se puede recordar el tema de una especulación teórica, mientras actualmente se está especulando acerca de ella y se está pensando en ello. Solamente se dice que se percibe lo primero, y que se conoce lo último. Pero, cuando uno tiene conocimiento o sensación de algo sin la actualización de estas facultades, entonces se dice que recuerda: en el primer caso, se recuerda lo que él aprendió o pensó, y en el otro caso, lo que se oyó, se vio o se percibió de cualquier otra manera; pues, cuando un hombre ejercita su memoria, siempre dice en su mente que él ha oído, sentido o pensado aquello antes.


Información texto

Protegido por copyright
12 págs. / 22 minutos / 2.584 visitas.

Publicado el 3 de junio de 2016 por Edu Robsy.

34567