Víctor Balaguer Cirera (Barcelona, 11 de diciembre de 1824-Madrid, 14 de enero de 1901) fue un escritor, periodista y político español, una de las figuras principales de la Renaixença. Autodenominado "El trovador de Montserrat".
Huérfano de padre desde pequeño, con solo 14 años estrenó su primera obra en 1838: Pepin el Jorobado, un drama histórico como muchos de los que escribiría después. En 1843 obtuvo gran éxito con Enrique el Dadivoso. Después, enfrentado a su madre que lo desheredó, empezó a escribir también para ganarse la vida.
Estudió leyes en la Universidad de Barcelona. Fue un personaje de vida muy agitada, que puede condensarse en la trinidad decimonónica de periodismo, literatura y política. Como periodista colaboró en el Diario de Barcelona (donde firmaba como Julia), formó parte de la «juventud dorada» barcelonesa de los años de 1840, interviniendo en la fundación de El Catalán (1847) y La Corona de Aragón (1854), del que se separa luego para crear, con Lluís Cutchet, El Conseller (1857), siguiendo los impulsos del catalanismo histórico. Pero su labor principal de escritor se repartió en las dos lenguas. Su obra lírica catalana se recogió en Lo Trobador de Montserrat (1861), este había sido su seudónimo al publicar su primera poesía, en 1857, y en Esperances i records (1866), que abarca los temas religiosos y amorosos, estos últimos de ardoroso sensualismo romántico, que hacen pensar en el modernismo a lo Darío o a lo Rueda. No obstante, es su Oda a la Verge de Montserrat, quizá la mejor de sus composiciones líricas, llena de unción y que marca la personalidad de su autor. En efecto, Balaguer fue un propagador decidido de los Juegos Florales, no solo en Cataluña, sino fuera de ella.