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Los ereaders o libros electrónicos Kindle de Amazon son una maravilla a nivel tecnológico y, generación tras generación, incorporan novedades y mejoras que les hacen estar a la vanguardia del mercado. Además, se integran perfectamente con el resto del ecosistema de Amazon y resulta muy sencillo elegir y comprar libros, tanto desde la web, las apps o cualquiera de estos dispositivos. Pero precisamente porque su negocio está en vender libros, Amazon no facilita demasiado la carga de ebooks que no vengan de su propia tienda, pero puede hacerse y aprovechar incluso sus sistemas para que los libros se sincronicen automáticamente y de forma inalámbrica en sus dispositivos.

Una de las ventaja de los libros en formato electrónico, tal y como explicaba en una entrada anterior del blog, radica en su versatilidad: pueden leerse desde casi cualquier dispositivo electrónico. Un ordenador, una tablet, el móvil permiten acceder a inmensas bibliotecas de forma virtual… Pero lo cierto es que desde 2007 no han dejado de aparecer dispositivos especializados para su lectura, como son los lectores de ebooks.

No nos engañemos: no hay nada comparable a tomar de una estantería un libro al azar, abrirlo y empezar a leer. No se trata únicamente de la naturalidad del gesto y su inmediatez para los que somos lectores, sino de todas las sensaciones que lo acompañan: el olor del papel, sea un libro nuevo o un libro viejo, su tacto, su peso, la encuadernación. Hasta incluso la idea misma de aventura, de promesa, que supone girar la primera página y adentrarnos en el texto. Además, no hay nada más sencillo de usar que un libro en papel: se abre y se lee.

Muchas personas me han preguntado por qué me decidí a poner en marcha un proyecto como textos.info. La pregunta tiene una cierta lógica: esta biblioteca virtual no es ni pretende ser un negocio, no genera ningún ingreso, sino que, por el contrario, supone una serie de gastos y una gran inversión de tiempo. En ocasiones, por distintos motivos, también yo tengo mis dudas: ¿por qué crear y mantener una biblioteca digital abierta y gratuita?